martes, 21 de abril de 2009
Una entrevista al ser más bakan ke he konocido!! DON KIJOTE!!
E: Bienvenido señor Alonso Quijano ó ¿debo decir Don Quijote de la Mancha?
DQ: Si, eso mismo, Don Quijote está bien.
E: Hábleme de usted mismo, ¿Quién es Don Quijote?
DQ: Pues soy un caballero andante que decidió empuñar su espada para luchar por la justicia y rescatar los valores olvidados dejando el calor de mi hogar para pelear contra grandes dragones y conquistar ínsulas para mi amada. Vengo de la Mancha, esa es mi tierra y como todo caballero es parte de mi nombre. Dicen por ahí que soy un hombre bien criado, valiente, comedido, cortés, paciente y hay quienes hasta que soy bien parecido andan rumoreando.
E: Sabemos que su familia era de renombre allá en la Mancha, como dirían por aquí “pelucona”, ¿Qué nos dice usted de su familia?
DQ: A puesto yo qué si alguien audaz buscará en mi pasado seguro se encontraría con un rey o con varios ¡por qué no!, realmente mi familia ha sido de posesión y propiedad, con un caudal alto y siempre de gente honorable.
E: Todo caballero tiene su amada ¿Quién es la amada de Don Quijote?
DQ: Doña Dulcinea del Toboso, una mujer de mi pueblo, allá en la mancha, ni aún en las extensas aventuras ni en las tierras mas lejanas encontraré mujer tan hermosa como ella, sus cabellos rizados y sus bellos ojos me hacen suspirar, me atrevería yo a decir que nada iguala tal belleza.
E: Sin duda un bello amor, ¿Cómo ve usted al amor?
DQ: El amor es el motor de todo caballero andante, uno arriesga su vida y en el momento justo de la batalla se encomiendan a su amada, por eso creo que para nosotros los caballeros andantes el amor es nuestro principio y también nuestro propósito, es por lo que luchamos durante nuestra aventuras, y lo que nos empuja hacia ellas.
E: ¿Ser un caballero andante le ha hecho feliz?
DQ: ¡Hay el cielo! Cada cosa que debo yo oír, ¿Qué si me ha hecho feliz? Pues claro, por algo lo habré yo escogido porque me gustaba, no he sentido mayor satisfacción que ser un caballero, ennoblece mi espíritu y fortalece mi alma, hay hay hay que cosas dice este muchacho. Claro no lo culpo señor puesto sé que ahora las cosas no son como antes, ya muy pocos hacen lo que les apasiona deberás por eso creo que si le preguntará usted a alguien más que si su profesión lo hace feliz, yo no apostaría por un sí.
E: Hablando de realidades contrapuestas ¿Cómo ha tomado usted la transición de dos épocas, la suya en la que los caballeros andantes iban por ahí en busca de aventuras y la que habitamos ahora en la que todo parece moverse más rápido y sin rumbos claros?
DQ: Es difícil, sobre todo para un hombre de tan arraigados valores como yo, ya que como usted lo ha dicho todo va más rápido y uno nunca entiende para donde mismo quieren ir. Sin embargo como decía mi viejo amigo Darwin, a uno le toca adaptarse para sobrevivir.
E: Estamos en pleno siglo XXI, con un calentamiento global latente y guerras desmedidas, ¿A qué atribuiría usted esto?
DQ: ( Don Quijote queda en un largo silencio como recordando) En las épocas de caballeros andantes las guerras no eran como las de ahora, con aviones y naves y bombas, eso no es justo ni real, por eso es que hay tantas guerras porque quienes las provocan poco saben del sacrifico y el dolor de quien las vive, cuando yo comencé como caballero andante cada uno peleaba su batalla y sufría la derrota en carne propia o celebraba su victoria, ahora ya no se ve eso, ya nadie pelea con sus espadas sobre un bello caballo como Rocinante y un compañero y escudero como Sancho.
E: Entonces ¿usted cree que hacen falta más caballeros andantes con bellos corceles y buenos escudero?
DQ: ¡NO! ¡NO! ¡NO! Usted a entendido mal, (claro como no faltan estos periodistas que a uno le hacen decir lo que ellos quieren), a lo que yo quiero llegar es que en mis tiempos los caballeros andantes teníamos ciertos valores, códigos y nociones sobre el bien que ahora ya nadie recuerda, nosotros vivíamos de cerca nuestra realidad y cada logro o derrota significaba muchísimo afectivamente, vea usted lo mal que hubiera quedado yo con mi querida Dulcinea si perdía una de mis batallas, ¿ahora ve las diferencias? No eran las personas que lo hacían sino los sentimientos de bondad y justicia que los impulsaba a hacerlo.
E: ¿Qué hace falta para recuperar estos valores?
DQ: Voluntad, primordialmente voluntad de las personas para ir hacia ellos, yo personalmente creo que estos valores nunca se han ido, están ahí esperando a ser redescubiertos por las personas para promulgar la armonía de nuestro entorno.
E: Gracias por sus minutos señor, sabemos que esta muy ocupado y le agradecemos enormemente el brindarnos está entrevista.
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