vives? animaté a saltar!

“No permitas que la vida te pase a ti, sin que la vivas”

¿Cuántas veces te has detenido a ver como la gente camina, va y viene con la misma cara siempre, ese rostro que refleja apuro, preocupación, que refleja obligación? Si eres un sobreviviente probablemente nunca porque tu has sido durante todos estos años quien camino son ese rostro, muchos de quienes siguen esta rutina han perdido el gusto por lo que hace o tal ves de hecho nunca lo tuvieron. Por eso ahora sé que no quiero sentirme parte de su mismo rostro, el que se repite en cualquier calle de cualquier gran ciudad, decidí aprender a vivir, aquí veremos cómo y por qué digo esto.
Sobrevivir, existir o realmente vivir este pasó por el mundo, depende de cada uno de nosotros, de la opción que tomemos hacia ello, de nuestros sueños y las ganas que le ponemos cada segundo al camino que nos dirige hacia lograrlos. Vivimos entre muchos que no ha hallado a su poeta, entre muchos seres vacíos, que callan sus ideas hacia el resto y entre otros que incluso las callan para si mismo, nuestro objetivo, nuestro deber y nuestro derecho es salir de esa rutina de silencio, de imperfección y de límites, es entender que cada momento que pasa no volverá a suceder, y que quizás como lo decían muchos filósofos griegos “nunca podrás cruzar el mismo río dos veces”.
Pensar sobre nuestro lugar en el aquí y el ahora es tarea fundamental para encontrar nuestro camino de poeta, para escribir los versos más bellos en el reflejo de lo cotidiano en nuestras vidas, el despertar y dirigirte tus actividades plenamente porque disfrutas lo que haces y el sembrar tus sueños en cada rincón para cosechar cada noche la satisfacción de haber vivido el día, de haber aprendido algo, de haber encontrado un nuevo amigo, o simplemente de haber realizado todo lo que querías y un poco más.
La vida no esta, como muchos creen en su cúspide o en el llegar a ser cada uno de los sueños, la vida esta realmente en el camino para llegar a ser, en el ir siendo, como un juego de barajas que es más emocionante hacia la mitad cuando todo es incierto y todos se arriesgan y lo único seguro es lo que tu puedes ver de tus cartas, y pierde su magia y su misterio en el final. Así es la vida, es un juego de azar, en el que solo conoces tus sueños y de ahí partes para jugar, la magia, la chispa, la energía y sobretodo la emoción la pones tu mismo.

Hace tiempo me preguntaba si existía una diferencia profunda entre sobrevivir y vivir, es más muchas veces me desvele pensando en lo intenso de las sensaciones que atravesaban mi mente cuando parecía comprenderlo, pero hoy con estos versos me doy cuenta que solo eran vagas impresiones entre mis ideas, he visto que sobrevivir es lo que el sistema nos propone, es lo “normal”, es lo que casi todos de alguna manera esperan de ti, es adaptarte a la misma rutina que proponen para ti, es además aceptar tal cual cada idea que te imponen y perder el discernimiento, es callar quizás por miedo o por simple comodidad, pero es transgredir tu derechos a ir siendo, a construirte a ti mismo a arriesgarte por ti, es temerle a la idea de vivir.
Vivir en cambio, es dejar que cada cosa que sientes, cada cosa que fluye en ti, cada idea constructiva, se cultiven; es soñar, es planear tanto como improvisar, es perderte en cada sentimiento y entregarte a lo que sientes, es levantarte de cada caída y ponerle más ganas a tu sueño, es hacerte escuchar aunque a veces tengas que gritar o patalear, es criticar lo que transgreda tus ideas, es construirte a ti mismo y aportar en la construcción de una sociedad vivible, con seres humanos que nacen para vivir y que no conciben la sola idea de sobrevivir, es simplemente entregarte en cuerpo y ser a la vida, es como “ser”.
Está en lo más esencial de ti mismo el vivir o dejarte sobrevivir, ahora ya no depende nadie ni nada más, hace tiempo oí la frase de un gran amigo que quizás te sirva para saltar a este inmenso mundo de quienes decidimos vivir, el más complejo acaso, pero el más real, el que te devolverá la satisfacción de ti, el que nunca te dejará callar.
“Hay tres cosas en la vida que nunca regresan: el tiempo, las palabras y las oportunidades”
No dejes que se te vaya lo mejor de ti y de tu vida por estar perdida entre la sobrevivencia. “Vive al día”